Las personas con el síndrome de Asperger tienen más
probabilidades que el resto de la población de presentar problemas añadidos,
tales como dislexia, dispraxia, problemas digestivos y problemas de salud
mental.[1]
Aquí les mostramos algunas de las características que más
predominan en ellos:
- Egocentrismo inusual, con muy poca preocupación por los demás y falta la conciencia del punto de vista de los otros.
- Falta de empatía y poca sensibilidad hacia los demás.
- Relaciones sociales muy limitadas, en los niños o adolescentes torpe interacción con sus compañeros.
- Intereses e inquietudes muy acotados que persigue obsesivamente pero en soledad, como por ejemplo, la recolección de datos o cifras obsesivamente sin ningún valor práctico o social.
- Se caracteriza por una rutina rígida, sistemática y cuyo mundo se podría reducir, por ejemplo, a los horarios de los trenes o la colección de sellos.
- Lenguaje formal, pomposo o pedante, con dificultades para captar un significado que no sea literal.
- Problemas de comunicación con los demás, poca preocupación por la respuesta del otro,
- Falta de comunicación no verbal, impasividad, evitar mirar a los ojos del interlocutor.
- Hablar con una voz extraña, monótona o de volumen no usual.
- Falta de conocimiento de los límites y de las normas sociales.
- Rutinas y rituales muy poco usuales que no soportan el menor cambio pues esto genera inmediatamente una ansiedad insoportable.
[1]
Wikipedia – Síndrome de Asperger: es.wikipedia.org/wiki/Síndrome_de_Asperger
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